Concierto del 14 de Noviembre de 2009. Todo el evento estaba rodeado de circunstancias y circunstancias… Su existencia se había publicado 6 meses antes, generando unas expectativas bastante mayores de lo esperado. Era la primera vez que los alemanes se acercaban a Bilbao. No soy especialmente fan de Rammstein (así que si os esperais una crítica tipo revista especializada, pues como que no va a ser esta), pero tengo un amigo que sí lo es, así que 10 minutos después de que apareciera la noticia en la prensa ya sabía que ese día tocaría concierto. Las entradas, a pesar de mi general y muy conocida afición por el último puto minuto, estaban en mi cartera desde hacía meses.
La semana previa también había tenido su historia. El fallecimiento de Txus/Rincewind me había pillado muy a pie cambiado. Para mí ha sido el amigo con el que compartes pocos ratos pero intensos. Además, cuando se muere alguien con 38 años, aunque no te pille tan directamente a la yugular como a su pequeño enorme mundo cercano, tu cerebro automáticamente pasa a modo «deja de quejarte, que estás vivito y coleando y con eso basta, pero… ¡Maldita sea!», dejando cualquier otra preocupación en «stand-by». Incluidos conciertos.