Esta vez no pudo ser. El empacho de conciertos en esta su póstuma gira con la E-street Band y con una edad ciertamente respetable, terminaron por pasarle factura en su primer concierto de este glorioso fin de semana en Barcelona, con un llenazo hasta los topes en el Camp Nou.
¡¡¡Pero que estoy diciendo!!! Que no llegaba a las notas más altas… ¿Quién se dio cuenta? Que parecía que iba arrastrándose por el escenario… Él no dejó de hacerlo durante las casi tres horas de concierto. Que alargaba las canciones un poco más de lo normal, que se hacía acompañar por el amigo Steve o la destroza canciones de su esposa… Para no tenérselo en cuenta…
Digan lo que digan se nace siendo (o no siendo) «jevi«. Nuestro cerebro está afinado de tal forma que el rasgeo, más o menos rápido, duro o con suavidad de una serie de alambres de metal, tensados en un cuerpo de madera noble (que recuerda a las curvas de una mujer) y fuerte, y brillante acero, estimule ciertas glándulas, y desencadene la secreción de, yo que sé qué hormonas, que nos transportan a un plano existencial superior, en el que el dolor de pies (debido a las largas esperas y horas de concierto), el sol abrasador y demás padecimientos (nadie dijo que la «senda del metal» fuera fácil), se diluyan dando paso al éxtasis del metalero.
Melenas al viento (el que las tenga), al ritmo del headbanging, manos terminadas en cuernos desafiando al infinito o recorriendo esa imaginaria «flying v» air guitar, y voces desgarradas acompañando a aquellos DIOses que nos marcan el ritmo musical y existencial.
Por fin un concierto fresco, gratificante y divertido. Con muy buen rollo tanto entre el grupete que nos acercamos y los que nos entretuvieron durante casi tres horas…
Debo decir que el sonido, durante todo el concierto, estuvo un poco saturado. Pero la acústica en general sorprende gratamente quizá porque la sala Bilborock fue, antaño, una diminuta iglesia barroca del siglo XVII… A partir de la segunda canción, el sonido era algo que nos traía sin cuidado.
Lo primero desearos Feliz Año… Lo segundo desearnos a todos una renovación, un soplo de aire fresco, en lo que al panorama musical estatal se refiere… Me explico. Mientras me preparaba para disfrutar de los primeros momentos del año en ese oasis, ese pequeño y azul reducto armónico que resiste ahora y siempre a las hordas invasoras de la mediocridad melódica (el Azzurro, por si no lo habíais pillado), hacía yo zapping ante lo que parecía una confabulación de todas las cadenas televisivas por emitir lo mismo, esto es, su particular y hortera popurrí de cantantes nacionales, cumpliendo a rajatabla la tan conocida ley conmutativa de la multiplicación (por lo menos para aquellos que nos libramos de cursar el actual modelo educativo): el orden de los factores no altera el producto… A cualquier cosa le llaman producto…
Aunque parezca lo contrario, la hora larga que me tiré saltando entre canales fue de lo más didáctica…
Magia… Otra vez nos la volvió a jugar. 58 años dicen algunos. 59 otros. Quizá las arrugas de su cara den fe del paso inclemente del tiempo. Quizá sus conciertos estén medidos por un cronometro intolerante. Las 3 horas de media han dado paso a las dos y poquito… Pero su fuerza, su buen hacer, su contundente guitarra, su voz rasgada y potente… Magia…
Y a ella le rendimos culto aquí. Te sorprendemos con la que no conoces y te recordamos aquella que tanto te gustó. Tratamos diferentes estilos, pero sobre todo rock, metal, "frikadas" varias y los años 80.