Hace unos años tuve ocasión de ver un curioso documental sobre los efectos perniciosos de la comida basura en el organismo humano, lo protagonizaba Morgan Spurlock y se titulaba «Super Size me», ¿lo recordáis?
Pues yo no pienso tirarme 30 días escuchando a Justin Bieber ni por toda la cerveza del mundo, hasta ahí podíamos llegar. Pero si que os voy a hablar del máximo y mas ridículo exponente, a día de hoy, de lo que llamo «fast ugh» o «arcada industrial», que es como denomino a la no-música prefabricada, prefrita y ultracongelada, elaborada por la mal llamada Industrial Musical para el consumo de las masas de prepúberes y no tan púberes con escasa o ninguna cultura, musical o de cualquier otro tipo.
Pero para ponernos en antecedentes os cuento quién es el tal Justín (no, no es una errata)…